HOY NO ME ENCUENTRO.

Tres chocolates, una porción de chocotorta, otra de tarta de frutilla, un sandwich de pan arabe con queso, una taza de café con leche y tres vasos de coca cola light. Todo eso comí en menos de media hora y ,claro, todo eso vomité. Como y vomito, porque no sé hacer otra cosa más que vomitar. Mi vida es un asco, más que la comida cuando flota en el inodoro.
Soy insuficiente, no sirvo para nada. No soy más que una puta bulímica.
Extraño a mis padres, necesito volver a casa, sentir ese calor hogareño que me hace sentir que nada malo me puede pasar, que afuera puede estar cayendose el mundo pero yo estaré protegida por mamá y papá.
Pienso que tal vez sea la misma angustia lo que me lleva a comer sin límites para después devolverlo todo. Es algo así como una terapia, como si lo que comiera fueran penas, bronca, odio y todos los sentimientos que me guarde y viajaron conmigo hasta acá.
Estoy a 500 kilómetros y no sé cuando voy a volver a verlos. Tal vez mañana, tal vez dos semanas, o en un mes. Todo depende de mi estado. Hasta ahora, no han dejado de agarrarme sensaciones de ahogo, de falta de aire, y ataques de llanto.
Es muy loco, pero hace un par de años, cuando tenia 14 o 15 años, rezaba porque llegara este momento de irme a estudiar lejos de mi familia ("para comer cuando se me cante") y ahora, que ese momento llegó, daría lo que sea para sentarme a compartir una merienda con mamá (aunque aquello me hiciera terminar en el baño, metiendome los dedos en la garganta, como siempre).