6 años después, 12 kilos menos, creyendome mas fuerte, volví a verlo.
Comprobé que aunque quiera demostrarme desinterés absoluto, se muere por besarme y tocarme cuando me tiene cerca, tanto como me pasa a mi.
Aunque desde esa noche ya no volví a saber de él, como siempre, me queda ese recuerdo. Tal vez de la última noche, pero la mejor noche de mi vida.
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